sábado, 15 de noviembre de 2008

DIOS NO MIENTE


Dios no miente
El Perdón Génesis 45:4 al 47:31; 50:15-21 Si perdonamos a aquellos que nos ofenden, Dios usará nuestras vidas para bendecir a otros. C. S. Lewis dijo: "Todos hablan muy bien del perdón hasta que les llega el momento en que tienen a alguien a quien perdonar." Aun en los cristianos más maduros vemos a veces surgir un espíritu no perdonador disfrazándose con la apariencia de una actitud de santa indignación. Una actitud así no sólo amarga la vida del creyente sino también pone en serio peligro su salvación personal. Jesús declaró enfáticamente que Dios no está dispuesto a perdonar a aquellos que no quieren perdonar a los demás. Ninguna cantidad de obras, sacrificios o lágrimas pueden compensar dicha falta. ¿Cómo puede uno echar fuera a un espíritu de rencor con toda la amargura que le acompaña y perdonar las ofensas recibidas? Indudablemente el ejemplo bíblico que sobresale en este respecto es el caso de José con sus hermanos y toda su historia en Egipto. Al ponerle a su hijo primogénito el nombre de Manasés, que significa "perdonar" u "olvidar", estaba demostrando que Dios le había ayudado a escalar hasta la cumbre más elevada de su carácter. El dijo que Dios lo había hecho olvidar todo - refiriéndose a la crueldad de sus hermanos, la calumnia de una mujer maligna y los años, aparentemente interminables en la prisión egipcia. Cuando José estaba en la cárcel lo perdonó todo. Esto le permitió vivir una vida intachable y progresiva para bendición y preservación de aquellos que serían fundadores de las tribus del pueblo de Israel, dejando ejemplo de fe y lealtad para las futuras generaciones. Viendo la mano de Dios en la prueba. Tal vez te has preguntado donde estaba Dios cuando José fue atacado por sus hermanos. Quiero que te fijes como Dios torna la situación para evitar que algo físico le pase a José, definitivamente la mente mala engendra tan solo pensamientos malos, Jesús dice de la abundancia del corazón habla la boca. No se podía esperar nada bueno de los hermanos de José por cuanto el era el preferido de Jacob. Jacob que había sido un engañador estaba a punto de ser engañado por sus hijos. Al los hermanos de José estar deliberando entre matarlo o que hacer con el, Dios envía esa caravana de Ismaelitas evitando que la decisión de los hermanos fuera matarlo. Si te pones a meditar esa era la única solución por que si no lo mataban ahora lo matarían mas tarde por su rencor contra el. En la casa de Potifar sale corriendo de la habitación donde la mujer de Potifar lo quería seducir y vemos como Dios lo protege de la mujer evitando mas encuentros con ella al el ser encarcelado, pudo haberle ido peor por que los esclavos podían ser aniquilados por sus dueños y ellos solamente debían pagar una multa si así lo queremos llamar porque lo que estaba prohibido era que un Egipcio matara ha otro egipcio porque esto con llevaba la muerte del asesino. Por eso es que Moisés tiene que Huir de Egipto para evitar ser condenado a muerte. Aunque Moisés no era egipcio era considerado como tal por haberse criado en el palacio del Faraón por 40 años. Cuando vemos a los hermanos de José venir a buscar alimentos y aunque ellos no reconocen a José por este tener apariencia de egipcio, José si los reconoce a ellos y en ese mismo instante el los perdona. l. El reconocimiento de la obra de Dios Génesis 45:4.8 Entre la primera visita de los hermanos a Egipto y su viaje de regreso, José pasó por un período de estudio y conjeturas dentro de su propia mente sobre el desarrollo de los acontecimientos que ahora experimentaba. Era como si su vida entera hasta este momento hubiera sido un rompecabezas con todas las piezas revueltas, que empezaban a juntarse y a dar forma al bello y grandioso cuadro panorámico de los planes de Dios para su vida y para la vida de su pueblo. Este joven había sido víctima del odio y la maldad más allá de lo que un ser humano es capaz de sufrir. Desde su temprana edad había recibido el menosprecio y maltrato de sus hermanos simplemente por las muestras de cariño especial de parte de su padre; injustamente había sido separado de su familia en un momento en que no estaba listo para ello; había sido calumniado maliciosamente y puesto en la prisión por un delito que él no había cometido. Luego, había sido elevado a una posición extremadamente alta en el gobierno de Egipto con una rapidez inexplicable. Ahora, ocurría el reencuentro con su familia a raíz de una sequía y una prolongada hambre predicha divinamente. El cuadro que se le presentaba a José según como él veía las cosas era el siguiente: Dios lo había enviado a Egipto con el fin de preservar la vida de la familia que él había fundado con Abraham, Isaac y Jacob. Teniendo en mente este plan providencial, la actitud de José hacia sus hermanos perdió toda sombra de resentimiento. Por otra parte, los hermanos no habían tenido ni siquiera un momento para reflexionar. Este alto oficial, supuestamente egipcio, les pedía que se acercaran a él. Ellos lo hicieron tal como él les ordenó. Y ante la expectativa y el asombro que los embargaba escucharon nuevamente las palabras emocionadas de José, quien ya se los había dicho antes: "Yo soy José vuestro hermano" (versículo 3 y 4). Perplejos y desconcertados por lo que oían, los once estudiaban silenciosamente los rasgos y facciones del rostro del hombre que aseguraba ser su hermano José a quien ellos habían vendido hacía ya muchos años, precisamente para ser llevado a Egipto como esclavo. Finalmente, la verdad, que parecía imposible, llegó a ser plenamente percibida por ellos. Lo que les sorprendía y les hacía difícil aceptar las palabras de José era la ausencia de resentimiento y recriminación de su parte hacia ellos. El les explicó con toda certidumbre: "Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra" (45:7). Con esto daba a entender que se trataba de algo que las mentes humanas casi no pueden comprender.
Tomado de la pagina de la Iglesia Roca de Salvacion, Estado Unidos. Estan por teminar su pagina.

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