SAO
PAULO — Dos millones de fieles, según los organizadores y 800.000 según la
policía se congregaron este sábado 29 de junio en Sao Paulo para la mayor
fiesta evangélica de Brasil, la “Fiesta para Jesús”, en un país donde los
evangélicos han credcido fuertemente en la última década.
En
uno de los carros que avanzaba con la caravana de esta fiesta anual, fue
ovacionado por los presentes el pastor Marco Feliciano, presidente de la
comisión de Derechos Humanos y Minorías de la Cámara de Diputados, porque esa comisión aprobó
la llamada “cura gay”, que autoriza a psicólogos dar tratamiento psicológico
para combatir la homosexualidad.
“Esta marcha es el cielo en la tierra. Para mí es muy especial, como si hubiese
entrado al cielo”, declaró el pastor durante la congregación, citado por una
página web que divulga el encuentro.
Los participantes llevaban carteles parecidos a los que manifestantes han llevado a las calles del país en las últimas semanas, pero con mensajes diferentes: “Sal a la calle, para hablar de Jesús”, decía uno.
Los participantes llevaban carteles parecidos a los que manifestantes han llevado a las calles del país en las últimas semanas, pero con mensajes diferentes: “Sal a la calle, para hablar de Jesús”, decía uno.
Brasil
es el país con más católicos del mundo, 123,3 millones, según el censo de 2010.
Representan un 64,6% de la población brasileña, pero 10 años antes eran 73,6% y
en 1970 un 91,8%.
Mientras
los católicos han perdido terreno, los evangélicos -sobre todo los
pentecostales- han crecido hasta alcanzar el 22,2% de la población, con 42,3
millones de personas.
Los
evangélicos brasileños cuentan además con una poderosa bancada en el Congreso,
donde mantienen un discurso abiertamente conservador y contrario a la
legalización del aborto o el matrimonio entre homosexuales.
En
1993, la “Marcha para Jesús” fue incluida en el calendario oficial y es
considerada como una respuesta al desfile del Orgullo Gay, que ya tuvo su
edición anual hace unas semanas en Sao Paulo.
“Aún
después de tantos años el evento continúa impactando. Eso muestra el
crecimiento del evangelio en el país, es un resultado de años de trabajo y
oración”, declaró Estevam Hernandes, pastor de la Iglesia Renacer en
Cristo que organiza el evento.
Sin
embargo, tal parece que disminuyó la convocatoria porque el año pasado la Marcha para Jesús en Sao
Paulo había reunido unos 1,2 millones de fieles.
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